-Buenas, qué tal, pase...
-Buenas noches
-La confundí con la vecina de enfrente jajaja...pero me pareció raro, a esta hora...
-Disculpe la hora, pero es que...
-Faltaba más, no se preocupe, supongo que debe estar muy atareada
-Es viernes, y los imprevistos están a la orden del día, ya sabe...los que manejan borrachos...ese tipo de cosas.
-me imagino; y ¿qué la trae por acá?
-Vaya pregunta...
-No me diga que viene a buscarme
-Y...¿qué le parece?...no suelo hacer visitas de cortesía
-Entiendo...solo que tantas veces la llamé y no vino...
-No trabajamos así, a pedido, ¿me entiende?
-¡Cómo que no!
-Bueno...sí...pero en general tenemos una lista de espera, y a usted ya le llegó el turno
-Apenas tengo 65...
-Nos mandó a buscar a los 18, no me venga ahora con historias, y luego varias veces más...¿quiere que le cuente todas las veces que me mandó llamar al santo botón?
-Siempre algo fallaba...
-Sí...como la última...no me haga acordar...ya me había vestido para venir...tenía hasta la guadaña en la mano...
-Era buena la del veneno para ratas...
-No se la recomiendo, es muy doloroso...lento y doloroso...
-Nunca esperé encontrarme con ese amigo al llegar a casa...me quitó el veneno de las manos...
-Pero ya ve que no era necesario, le faltaba poco....ya estoy acá
-¿Me deja darme un bñito antes de irnos?
-¿Para qué? Créame que no lo va a necesitar, allá nadie se baña.
-Bien, vamos entonces...dejo todo abierto...total...
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